12 diciembre 2015

Weihnachten

    ¡Holiwis!

    Winter is coming! Quiero decir: Christmas is coming! Esa época del año en la que no importa si eres cristiano o ateo, agradeces que sea fiesta y te pones como el Kiko. Qué felicidad, ¿verdad? Pues para mí no lo es: no me gusta la Navidad. Creo que no hace falta esperar a una fecha especial para querer estar con la familia y con los mejores amigos (es decir, la familia que se escoge). Pero hoy no vengo a hablar de porqué no me gusta, sino de por qué este año tengo unas ganas terribles de celebrarla.

    Al contrario de lo que dice la canción, no vuelvo a casa por Navidad. Incluso los Alemanes se van a sus pueblos/ciudades, ya que Konstanz es una ciudad turística y para estudiantes, principalmente. Debo ser de los pocos que, a parte de mis amigas, se quedarán en la solitaria y nebulosa Konstanz a beber Glühwein y a destrozar villancicos alemanes, catalanes y españoles. Así se pactó porque celebrar estas fechas en un país extranjero nos pareció una oportunidad única. Una de mis amigas, Carlota, abandona el barco para irse a Hamburgo y luego a Berlín (qué suerte tiene), así que Miriam y Celia serán mi Ohana fuera de casa.

    No me quejo, porque por lo menos no estaré sola. De hecho, estoy emocionada. Seré privilegiada en observar y participar en las costumbres de otro país, como he estado haciendo hasta ahora. No se harán las campanadas ni se comerán las doce uvas, pero intentaremos pasárnoslo bien igualmente.

    Tengo ganas de decorar mi pequeña y austera casa con luces blancas y un pequeño árbol de Navidad. Tengo ganas de preparar una sopa de galets y canelones, e hincharme del embutido que trajeron mis padres cuando vinieron de visita hace una semana. Tengo ganas de poner por el ordenador el Especial Nochevieja de José Mota y luego ver la Gala en TV1. Tengo ganas de visitar el Weihnachtsmarkt y hacer mil fotos. Tengo ganas de que pase la época de exámenes para así poder celebrarlo.

    Este año sí tengo ganas de Navidad, de fiesta y de celebración porque, a pesar de estar a mil ciento cincuenta kilómetros de mi Ohana, quiero que me vean feliz, que no se preocupen por mí y que no me echen de menos. Quiero que se diviertan y que no lamenten no poner un plato más en la mesa, porque no puedo soportar saber que están nostálgicos. Me alegra, porque yo también les añoro, pero si me paro a pensar en ello, me entran unas ganas terribles de volverme y abrazarles. Y acabo cayendo en un bucle que no me deja continuar.

    Me he propuesto acabar 2015 cumpliendo con el presentimiento que tuve al principio: en general, este año será diferente, será especial, será memorable. No pretendo que "acabe" un año y "empiece" otro, sino que continúe como hasta ahora. Por eso espero que todo aquel que me echa de menos piense lo mismo.

    Dicho esto, Frohe Weihnachten adelantada!

Sí, esta es mi cara lol En el Weihnachtsmarkt de Konstanz
    Tschüss!

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13 octubre 2015

Ahora Entiendo...

Hallo!

Ha pasado más de un mes desde que puse un pie en Alemania y quería celebrarlo escribiendo una entrada. Describiría lo geniales que han sido estos días, lo mucho que he disfrutado de Bodensee y lo divertido que fue el Oktoberfest, pero me apetece hablar de cómo es llevar una casa por mi cuenta.

Cuando me dieron las llaves del piso y se comprobó su "buen" estado, vi que a parte de lo pequeño y frío (literal y metafóricamente hablando) que era, estaba vacío. Por no tener no tenía ni cortina para la ducha, eso sí, me dejaron una bonita escobilla demasiado usada y una papelera. Sabía que tendría que comprar lo básico para la casa, pero hasta ese momento no me había hecho a la idea de que debía empezar desde cero. Menos mal que mis amigas han estado a mi lado, porque sino me hubiera muerto con el simple hecho de pensar cómo se friega el parqué.

Este tiempo he podido apreciar el gran esfuerzo que hacen los padres y todas aquellas personas que tienen casa propia, puesto que se debe ser responsable para llevar las riendas. Hasta la tarea más sencilla, que es tirar la basura, se complica: ¿dónde va el papel de cocina?, ¿el tetrabrik se considera cartón o plástico?, ¿qué pasa si he tirado papel en la basura de "bioabfälle"? Anda, da igual, tíralo todo a "restmüll".  Por otro lado, yo había puesto pocas lavadoras antes de llegar a la residencia. En mi casa era fácil, sobre todo porque tenía a mano un papel con dibujos hechos por mí de cómo funciona, sin embargo, ahora me hago un lío cada vez que voy a la lavandería. Las instrucciones y las indicaciones están en alemán, y solo hay tres lavadoras y dos secadoras para alrededor de 600 personas. No me avergüenza admitir que llamé a mi madre el primer día para preguntarle qué programa debía poner en la lavadora. Lo gracioso es que hay gente que se olvida de recoger la ropa mientras que tú esperas más de una hora para poder usar las máquinas. Por si fuera poco engorro, la lavandería de mi residencia es la única que no acepta la tarjeta de la universidad: tenemos que comprar otra tarjeta hecha con cartón del malo.

Te harás una idea de que prácticamente no he tenido tiempo para mí, salvo por las noches en las que me he juntado con mis amigas para hacer maratón de películas o series. Me debes seis mil pesetas de "whissske". Comprar ocupaba el 80% de mi día a día. Parece que el pan, la leche y la verdura desaparecen en un abrir y cerrar de ojos. Ahora sé lo controlada que debo tener la compra y lo importante que es tener una mopa a mano, no solo para deshacerme de los pelos que se me caen, sino para asesinar a mis amigas las arañas.

Además, me he dejado un riñón y medio este mes. No solo por la comida, sino por la escoba y compañía. (DE COMPRAR EL DETERGENTE SE ENCARGABA MI PADRE, ESTO QUÉ ES LO QUE ES.) Literalmente, el supermercado ha sido el lugar que más he visitado durante este mes con mis amigas. ¿Qué monumentos importantes ni qué ocho cuartos? Cuando vives solo, lo que más pisas es el supermercado. La gente se ríe cuando decimos: "bueno, he ido al Kaufland y... he comprado en Kaufland". Me dirán ellos que prefieren morirse de hambre o aprovechar al máximo el papel del baño para poder salir más...

Nosotras también hemos disfrutado de la ciudad y nos hemos montado unas buenas fiestas, así que me atrevo a decir que nos las apañamos bien. Miedo tengo a cuando empiecen las clases, que es de aquí a una maldita semana, porque ya me diréis vosotros cómo voy a arreglármelas para estudiar barra hacer trabajos, hacer la comida, limpiar, hacer la colada y comprar. SOCORRO. Pero no quiero agobiarme por ahora. Si no puedo sobrellevarlo, siempre me quedará tener la casa hecha un cristo y comer en la increíble y maravillosa cafetería de la universidad.

Yo, sobre todo, aprecio a mis padres. Desde aquí les doy las gracias y sonrío con inocencia, pues ya sé lo que se siente (aunque no tenga hijos). Eso sí, cuando vuelva a casa no sé yo si llegaré con ganas de ayudar en las tareas domésticas, eh...

Hasta aquí la entrada de hoy. Déjame en los comentarios qué te ha parecido, si has vivido lo mismo que yo o si piensas que lo harás. ¡Me gustaría saber tu opinión!

Tschüss!

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Foto de la primera vez que mis amigas y yo cocinamos lentejas
Bueno, yo supervisé. JEJÉ.

PD: Ay, mamá, cómo echo de menos tus purés de verduras, tus cantes de copla cuando friegas y tus gritos cuando no me apetece limpiar.

03 agosto 2015

Presentación

Hallo!

Bienvenidos a mi blog Mil Ciento Cincuenta Kilómetros. Mi nombre es Suri, soy estudiante de Filología Anglogermánica y estoy a punto de embarcarme en una aventura con tres amigas: me voy de Erasmus. Sigo sin creérmelo, pues soy la primera de la familia que lo hará y mi madre no me ve preparada. Sinceramente, tengo miedo y a la vez ansia. No me agobio de lo que pueda pasar, sin embargo, pensar que voy a estar seis meses alejada de casa, de mi familia y de una de mis mejores amigas me entristece. Por eso no se me ocurrió mejor título para el blog que Mil Ciento Cincuenta Kilómetros, que es la distancia entre mi ciudad natal y Konstanz, mi próximo destino.

Presiento que serán seis meses muy intensos, por eso necesito escribir mi experiencia en alguna parte. Criticaré y analizaré mi Erasmus para ayudar a estudiantes interesados en Alemania. El idioma será el castellano, pero es probable que escriba alguna entrada en inglés. Ojalá pudiera hacerlas en Alemán... No obstante, quizá no dispondré de mucho tiempo o de conexión a internet, así que es posible que las entradas sean escasas. O incluso empiezo un vlog con mis amigas. Si es así, colgaría los vídeos aquí con su permiso.

De todas formas, me alegraría mucho que os pasaseis y comentaseis. ¡Así me animáis a seguir adelante!

Otra cosa que quería decir es que una de mis amigas hace el Erasmus en Dalarna, Suecia, y también tiene un blog. Os recomiendo visitarlo, no por quien es, sino porque escribe genial y porque cuando leí su primera entrada me recordó lo divertido que sería escribir durante el Erasmus: https://fikatimeinfalun.wordpress.com/

Tschüss!

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